Esta es la historia de un desencuentro.
"Aterricé en mi peluquería hace ya unos cuantos años, yo diría que sobre unos 8 o 9. Me la recomendó mi amiga Maitechu. Y visto que ella siempre iba monísima me fui para allá. La verdad es que estaba contenta aunque al final la cosa estaba ya flaqueando. No se que le pasa a muchos negocios que cuando se afianzan se confian...y se descuidan. Al principio todo era un camino de rosas pero poco a poco se fue deteriorando: conseguir cita era una proeza, siempre cortaban de más ( porqueeeeé), no me acertaban el color ni el corte. Pero yo, que soy fiel hasta para eso, aguantaba estoicamente pensando que todo el mundo tiene una mala racha.
Al final de la historia eramos clientes de la pelu mi madre, mi hermana, mi chico, yo y...mi niño.
Mi niño tiene el pelo rizado, por arriba más lisito pero con tirabuzones en las puntas, un pelo precioso. Me daba miedo cortárselo y al final probé. La primera vez fue pasable pero la segunda, y última, me lo dejaron como a la gallina caponata. Una mezcla de looks destrozaron su preciosa cabellera: los contornos largos (tipo alternativo-okupa), la nuca escalonada cual señora de 60 años,la parte de atrás cortísima , eso si, la mitad derecha mucho más corta que la mitad izquierda. Y ni uno de sus bucles. Y yo solo iba a que se lo retocaran. Yo, que tenía el día positivo, no dije nada pensando que cuando llegara a casa se lo lavaría y peinaría mejorando entonces el tema....pero no. No mejoró.
Resumiendo: voy a que se lo arreglen y a pedir explicaciones de que tipo de corte le habían echo y pasan de mi! Bueno que después de casi 10 años de relación pasan del tema. Al final nos hemos cambiado todos de peluquería. Yo sigo en mi peregrinar buscando mi nueva peluquería y espero encontrarla pronto."