Se me había olvidado el tener la obligación de hacer las cosas con prisa. Desde hace casi 2 meses disfrutaba de una tranquilidad muy relajante. Levantarse, ducharse con tranquilidad, jugar con Antonio, hacer la comida con mimo, comer viendo el telediario, ir a pasear por el parque, ir a comprar, bañar al bebé, cenar sin mirar el reloj....
Pero hoy he vuelto al curro y ya noté los nervios por la noche, no dormí bien y me sentía nerviosa: tengo que preparar la ropa, no olvidar las llaves de la taquilla, dejar la casa lista...y un sinfín de cosas que placidamente había olvidado. Ni dormí bien, y casi no comí porque, desacostumbrada a un horario rígido, se me echó la hora encima.
La vuelta no obstante no ha estado mal, estaba algo fuera de lugar y bastante desconcentrada, con la cabeza puesta en mi peque , pero me lo he pasado bien y eso, tal y como están las cosas, es una bendición.
Buenas noches bloggeros.
4 comentarios:
Y porque será que este trabajo nuestro nos pone malos a todos???jajajajaja, yo lo sé, por las malas vibraciones que no se ven pero se notan, menos mal que hay "rosas" que nos hacen sonreir. Me alegra mucho tu regreso. Mua!
Gracias guapa! Pues si, entre tanto cardo borriquero hay amapolas, rosas y ángeles...menos mal!
Hasta ahora.
Chicas....que si el estres se apodera de vosotras teneis que "cerrar lo ojos y sonreir".
Y si necesitais una mano maruja no teneis más que llamadme.
No es por dar envidia pero eso tomar cafe con el telediario y hacerse la siesta en el sofa,..mmmm
Algo bueno tenia que tener, no?
Besirrinines y ánimo Marisol.
Pd. Por cierto, cdo me quemé el bigote me acordé de tí y de una tercera, a que no caes? jajaja
Mayte..no se de quien me hablas...uuummm: mira que por mucho que pienso no caigo y eso me repatea!
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