sábado, 14 de febrero de 2009

Te quiero.

Sólo para ti.
Te regalo mi escultura favorita, una de mis rimas preferidas,
mi buen humor y también el malo,
te regalo uno de mis días de primavera (elígelo tú), te doy un amanecer que aún no hemos visto juntos y otra tarde en el sofa un día de frio y lluvia. Te prometo muchas más broncas y un monton más de buenos ratos.
Te quiero, Quique! Feliz día.




Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan y, al besarse,
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y, al juntarse allá en el cielo,
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan;
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden;
eso son nuestras dos almas.

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