viernes, 30 de octubre de 2009

Un lujazo.



Hoy hemos salido a pasear y este simple paseo me ha hecho sentir la mujer más rica del mundo. El escenario elegido ha sido un sitio que he pateado mucho este año: el antiguo paseo marítimo de Castellón, ahora reconvertido en el Parque Litoral.
Pasear ahora por aquí es una delicia ya que no hay el trasiego ni el calor del verano. Además en verano es un peligro para los niños pequeños ir por aquí, ya que los ciclistas invaden el paseo y hay muy pocos que vayan a una velocidad adecuada para evitar que un niño jugando se les cruce...pero ahora hay muy pocas bicis y las que hay son conducidas por ciudadanos europeos de más de 60 años.
Pues hoy hacía un día precioso, yo hasta me he puesto en tirantes, y había algún valiente que se ha atrevido a darse un baño. El mar estaba azul y , tan tranquilo, que parecía un espejo. A todo esto hay que unirle el silencio sólo roto por la brisa del mar y las conversaciones de mi hijo.
Después de un reconfortante paseo por la orilla nos hemos tomado el "vermut" de rigor en una terraza con vistas al mar. La guinda para sentir que estaba disfrutando de un lujo no apto para todos un viernes a las doce del mediodia.

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